tesis
En España el concepto de “revolución francesa”
lo hicieron real, lo realizaron los franquistas ciento cuarenta y siete años
más tarde. Los franquistas hicieron la “revolución francesa” invirtiendo su sentido y su
dirección de forma bien visible. El paso del antiguo régimen al Estado burgués
–hoy democracias occidentales– tuvo en nuestro país un efecto radicalmente
opuesto al supuestamente programado, y los que terminaron perdiendo la cabeza
(sic) fueron aquellos a quienes la Historia traía destinados a cortárselas a
los otros. ¡Qué le vamos a hacer! Ahora ya es demasiado tarde, incluso para
comprenderlo, como esperaba Gil de Biedma de los sobreviviente, y así muriesen
con algo de dignidad, todavía.
antítesis
Transitamos de la España franquista a la España
democrática de forma “modélica”. Sin exabruptos. De forma tan natural como
crecen los árboles. Pero también sin cuidado. Y ahora, cuando ya es demasiado
tarde, empezamos a comprender, don Jaime, que aquellos árboles plantados
durante el franquismo, como los árboles del retiro madrileño, mueren matando.
No hay metáfora para suavizar la crueldad.
síntesis (posmoderna)
la Transición. Las palabras son capaces de
traicionar a todo el mundo menos a sí mismas. Más tarde o más temprano nos
obligan a admitir su sentido exclusivo, su literalidad. Transitar: “pasar de un
punto a otro por vías o parajes públicos”. Es decir, por el sendero
oportunamente señalizado y sin que uno de los pies pierda su apoyo en el
primero de los puntos hasta que el segundo le proporcione al otro la misma
seguridad de aquel. Así, pues, no tenemos otra herencia [irrenunciable] que la
franquista. Para bien o para mal. Para
mostrarnos a favor o en contra. Pero ¿de esto de ahora o de aquello de
entonces?
No deberíamos dudar de que viene a ser lo
mismo. Cuantos se muestran favorables a nuestro estado actual, defienden al
tiempo lo que nos trajo hasta aquí. Cuantos, por el contrario, se muestran en
oposición del presente, mantienen la misma posición negativa frente al pasado.
Pero por las buenas. En teoría. Sin perder de vista que, pese a todo, estamos
donde estamos porque venimos de donde venimos. Y no es poco, aseguran. Y no
deberíamos ser desagradecidos, nos solicitan.
Una situación difícil ¿Irresoluble? ¿La clara
evidencia de que el Estado español no es reformable? (Ramón Cotarelo)
Izquierdas y Derechas se piden mutuamente olvidarse del franquismo. Como tentación,
sólo como tentación, me da en la nariz. Parece, mejor, que hablaran del Diablo
para prevenir su aparición. Las derechas con ganas –estoy convencido–, las
izquierdas con miedo –me temo a mi vez. Porque las izquierdas –y ésta sería la cuestión
a tener en cuenta, que “transitaron” del franquismo a la monarquía parlamentaria,
son unas izquierdas perdedoras, descabezas (sic) que no cesan de poner sus
barbas a remojar.
De ahí su eterno papel de moscas cojoneras,
siempre chinchando el culo del burro, rehuyendo
atacarlo de frente para al fin arrancarle al burro su maldita cabeza.
¿Demagogia parva? Probablemente.
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