Las
transformaciones de Franz Kafka
...nació en Madrid en 1975. Es redactor de
cultura y articulista del diario..., así como colaborador de... Su último libro
de poemas, publicado en la editorial.... recibió el Premio...
En el sueño, K. recibe las tablas de la ley de la mano
del Señor.
De vuelta al campamento donde quedaron sus hermanos, los
encuentra adorando un dios que sólo es barro y no el dios verdadero que él ha
visto y le ha hablado.
Ciego de ira, K estrella las tablas de la ley contra la tierra
seca. Toma una lanza y atraviesa el corazón del falso dios.
Uno a uno van pereciendo los traidores. K. repara en
ello, pero ya es demasiado tarde para evitarlo. Las tablas de la ley son, para
entonces, las lápidas que esconden sus cuerpos desbaratados.
...es profesor titular de... en la... Ha sido
Fulbright en la... e investigador visitante en el... Su último libro es...;
ahora ultima una monografía sobre el concepto de... para la editorial... Es colaborador
habitual de... y..., además de columnista de...
K vació el contenido de la maleta
sobre la cama.
Se desvistió.
Entró al baño y estuvo un buen rato
bajo la ducha.
Al volver a la habitación, la ropa
seguía tal y como la había dejado.
No sólo le ocurre a los dinosaurios*.
*aproximación a
Augusto Monterroso
...es autora de una obra de teatro....
Colabora con frecuencia en exposiciones y proyectos de artista y ha publicado
en...,... y...
Esta
mañana he visto a K bajando por Na Prikopé hacia Panská. Llevaba un niño chico
de la mano y sonreía.
a. Pese a la hora, tan
temprana.
b. pese a la extrañeza que
mostrábamos al cruzarnos con él.
...es doctor en... por la... Compagina su
trabajo artístico con la pertenencia al grupo musical... y a la asociación
cultural... Escribe sobre arte, música, es comisario e ilustrador de libros y
portadas de discos para músicos como...
-Madre,
que Padre ha roto aguas.
Algo
fallaba en la cabeza de K. o el mundo no era ya lo que antes era.
...es poeta, periodista y editor. Es autor de
los libros... y.... este último publicado en...,... y... Vivió en... de... a...
Actualmente vive en...
-Padre, ¿usted cree que Madre me
perdonara?
En la cabeza de K. se albergaba ya la
culpa irredimible del Padre.
...es periodista y productor web.
Máster de... y licenciado en..., ha fundado y dirige la plataforma digital...,
colabora con medios como... o... y coordina talleres sobre narrativas
transmedia aplicadas al periodismo de investigación. Tiene... años y nació y
vive en...
-Las cosas de padre
déjenlas donde están –le advierte K. a los mozos de la mudanza
Pero K. es consciente de
que los mozos no sabrán distinguir las cosas del padre de entre todas las cosas
de la casa y por eso huye. Escapa de la casa donde las cosas del padre se han
de ir cubriendo de polvo lentamente.
...vive en... y trabaja como
escritor científico, periodista y editor para... En vidas anteriores ha
trabajado como físico en el.... y en el.... de... y como técnico de políticas
en el directorio para el... de la... Escéptico de la gastronomía molecular, se
limita a cocinar un repertorio de antigua tradición mediterránea.
Centenares de cucarachas albinas hablan de abandonar la
casa al verse obligadas a compartir el hambre con nosotros, los judíos, escribe
K. en su diario.
Más adelante añade una lista de deberes:
-Cambiar
las sábanas.
-Sacudir
las alfombrar.
-Abrir
las ventanas para airear la casa.
-Barrer.
-Limpiar
el polvo.
-Recoger
la ropa tendida.
Y un comentario jocoso:
Antes de que Milena Yesenská se presente en casa.
...es escritor, pintor, guionista de cine y crítico de arte. En...
ganó el... por su novela...; desde entonces han aparecido en español otras como...,...
o la trilogía... También es conocido por sus ensayos sobre arte, como...
Las cucarachas luchaban a muerte con los hombres –escribe
un K. aterrorizado por el hallazgo.
No resulta fácil imaginar quién podrá salir victorioso de
esa cruenta batalla entre hombres y cucarachas por un trozo de la dudosa carne
en litigio.
Las cucarachas cuentan a su favor con la posibilidad de
reconocer la procedencia de la carne medio podrida y, a pesar de ello, o por lo
mismo, no sentirse asqueadas.
En cambio, los hombres, previo a decidirse, deben sobreponerse
a los remilgos provocados por la angustia de no saber si comen de los restos de
una criatura humana, incluso.
Aunque les acabará resultando indiferente.
Para entonces, ya ni recordarán cómo eran ellos antes de
que la guerra tuviera comienzo
...es
sociólogo. Colaborador de..., ... y, es director de... y de la revista
cultural...
Un
hueso de cucaracha incordia en el corazón grande del mono circunciso.
Al amanecer del día siguiente, K halla
bajo la ventana del sanatorio donde se cuida del mal del aire, las huellas
recientes de un caracol enano que huyó de Praga cuando cien lebreles
enardecidos lo acosaban como a un animal en campo abierto.
...es
crítica literaria y traductora. Doctorada en..., es profesora del... en... y
crítica literaria para el... En castellano es autora del ensayo..., y editora
del libro de....
A cinco centavos por cucaracha y a una media de una cucaracha cada quince
segundos, precisaré de algo más de veinte millones de unidades y unas
ochocientas treinta y tres mil horas aproximadamente, antes de llegar a ahorrar
mi primer millón. Calcula K. una vez establecido en América.
Entretanto, sobreviviré como los estudiantes de
leyes muy pobres: sirviendo los pedidos a domicilio de la carnicería kosher de
mi primo Frank.
... estudió Historia del Arte y
Humanidades en la ciudad... Pasó por el seminario y vivió en..., ... y... por
cortos periodos de tiempo. allí trabajo en tiendas de... y escuelas de... Hoy
vive en... y participa en distintos proyectos culturales relacionados con la...
También mientras K. recorría
América de Este a Oeste fue que entró de
nuevo en contacto con la cucaracha que conociera en su habitación de la casa
del Padre, allá en la lejana Praga.
Poco tenían que decirse
el uno a la otra. A K. sólo le interesaba saber si la cucaracha recordaba
todavía que por un tiempo ella y no él fue el más grande escritor del siglo XX.
de Relatos sin asunto, libro inédito
(Las cursivas pertenecen al nº 6 de la revista El estado mental)