A todos vosotros, lectores, os supongo conocedores del grave poema de don
Gil de Biedma, De vita beata, mas por si no es este el caso, helo aquí:
En un viejo país ineficiente,
en un pueblo junto al mar,
poseer una casa y poca hacienda
y memoria ninguna. No leer,
no sufrir, no escribir, no pagar
cuentas,
y vivir como un noble arruinado
entre las ruinas de mi inteligencia.
Bien está. Pero, puestos a escoger retiro, les propongo lean estos otros
versos de Alexis Piron, de muy distinto tenor:
¡Yerra siempre,
anda, ve, camina así!
Si yo envejezco,
tierno insistidor,
Recuerda que el
patriarca que yo fui
Fue en todo tiempo
un viejo vendedor,
Que cuanto yo deseo
en el presente,
Es morir cual poeta
inteligente,
De nuestras
inquietudes liberado,
Sin ruido y sin ninguna
arenga vana,
Con mi lengua en tu
lengua casquivana,
Y mi frente en tu
pubis venerado.
Prueben, comparen, y
quédense con lo que más les convenga.