dialoguillo de Agustín García Calvo
Agamenón- Aquel que contempló la verdad, muere dichoso.
su Porquero- Pues la verdad, Agamenón, a veces dices unas cosas que me sacan de
quicio.
Agamenón- ¿Yo? ¿Qué yo te saco de quicio?
su Porquero- No. Tú no. Las cosas que dices.
Agamenón- Las cosas que digo dicen de mí más que yo mismo.
su Porquero- Puede, pero no me gustan ni un pelo.
Agamenón-Pues ¿qué te gusta de mí, así las cosas? ¿Mi cuerpo: estéril y efímero
como una rosa? ¿Mi rostro:
venganza de los dioses para que de ellos no me pueda olvidar mientras viva? ¿Cómo
me gano el sustento doblando el espinazo? Dime, Porquero, qué prefieres de mí y entonces sabré por qué sigues a mi
lado.
su Porquero- Pues no me metería yo en tan hondos berenjenales. A lo mejor, si voy
contigo es porque tú sólo no te valdrías.
Agamenón- Maldita sea mi estampa si tan mala imagen ofrezco a tus ojos.
su Porquero- Mira, Agamenón, te voy a ser sincero: me gusta cuando callas porque
estás como ausente…